Aunque esto pueda significar más noches largas, al menos hay menos partes móviles, por lo que puedes bajar la guardia, ¿verdad?
Si eso es lo que estás pensando, entonces es hora de revisar algunos consejos de seguridad y peligros comunes de la aplicación en otoño.
Amoníaco anhidro
La aplicación de amoníaco anhidro en otoño es una práctica común que debe llevarse a cabo con tanta precaución como cualquier otra operación agrícola, comenzando con el remolque del tanque de enfermería desde la cooperativa hasta el campo.
Siempre que estés remolcando un tanque de enfermería, asegúrate de poner un clip en el pasador del enganche y conectar ambas cadenas de seguridad al vehículo de remolque.
Los tanques de amoníaco son pesados y, la mayoría de las veces, son remolcados por camionetas.
Recuerda: Muchos de estos tanques no tienen sus propios frenos, por lo que toda la potencia de frenado proviene de la camioneta, que es solo una fracción del peso del tanque.
Mantén tu velocidad por debajo de 25 mph y asegúrate de que el letrero de vehículo de movimiento lento y el equipo de suministro sean tan visibles como sea posible.
Siempre que estés cerca de NH3, usa mangas largas, pantalones, gafas sin ventilación y un par de guantes de goma gruesos.
No uses lentes de contacto.
Asegúrate siempre de que haya mucha agua disponible y sepas dónde está en caso de emergencia.
Aplicación de fertilizante granular
Otra preocupación de seguridad durante la temporada de aplicación de otoño se centra en la aplicación de fertilizante seco.
Ya sea una máquina de labranza en franjas o una caja esparcidora de fertilizante seco, cada una tiene sus propios peligros que deben ser reconocidos.
Los fertilizantes secos atraen la humedad, por lo que cuando están en contacto con la piel, pueden causar quemaduras menores que generalmente son una molestia menor.
Esto se puede evitar usando ropa adecuada.
Se deben usar mangas largas, pantalones, guantes y un sombrero para minimizar el contacto, y la piel expuesta debe lavarse varias veces al día.
Debido a que los esparcidores lanzan partículas a altas velocidades, debes mantenerte alejado de la parte trasera del esparcidor y asegurarte de que nadie esté cerca del patrón de esparcimiento.
Las máquinas de labranza en franjas tienen sus propios peligros.
Muchas se usan tanto para la aplicación seca como para el amoníaco anhidro, lo que requiere precaución adicional.
El ventilador de estas máquinas sopla el fertilizante para que cada gota se coloque de manera segura en el suelo, la mayoría de las veces.
Si uno se obstruye o la máquina necesita un ajuste rápido, siempre apaga el ventilador y cualquier sinfín dosificador antes de realizar el mantenimiento.
Como siempre, la mejor práctica es apagar el motor y bloquear la hidráulica de cualquier máquina antes de realizar el mantenimiento.
Si es posible, ten una segunda persona cerca para supervisar en caso de que ocurra una emergencia.
De parte de todos nosotros en Ag Leader, ¡ten un otoño seguro y productivo!